martes, 3 de noviembre de 2009

Paralizados por nuestro rechazo

Cuán indescriptiblemente dulce es saber que nuestro Padre Celestial nos conoce de manera completa. Ningún chismoso puede informar sobre nosotros. Ningún enemigo puede hacer que se quede pegada una acusación. Ningún esqueleto olvidado puede salir dando vueltas de ningún armario escondido para avergonzarnos y exponer nuestro pasado. Ninguna debilidad insospechada en nuestro carácter puede salir a la luz para que Dios se aleje de nosotros. La razón es que él nos conocía muy bien antes de que nosotros lo conocieramos, y nos atrajo hacia él con pleno conocimiento de todo lo que había en contra nuestra.

A. W. Tozer, The Knowledge of the Holy

No hay comentarios: